domingo, 24 de febrero de 2008

Abramos los ojos

Si lo que buscamos cuando compramos anteojos en puestos ambulantes es precio, debemos tomar consciencia de que estamos pagando con nuestra salud.Muchos lugares no autorizados vendenanteojos de un "falso" aumento ,ya que no son graduados por profesionales, o presentan aberraciones, que en el lenguaje profesional designan pequeñas fallas que tienen los cristales. Los venden a un precio menor porque son ilegales, ya que por tener defectos de fábrica son sacados de circulación. Si alguien quiere un par de anteojos de sol puede conseguirlos a menor costo y al cabo de un tiempo de usarlos notara fatiga y disminución de la visión, porque los lentes truchos no tienen real protección UV. Hablamos con Ángela Ramos, Óptica Contactóloga matriculada, y nos contó que "sólo los ópticos matriculados pueden vender y asesorar al cliente sobre el grado de aumento ideal para él", así mismo agrego, "el óptico es quien debe hacerse cargo del producto que vende y si el cliente sufre por un producto que sale a la venta en malas condiciones, el ministerio de salud puede quitarle el titulo profesional".La gente accede a comprar en la calle porque funcionan como si fueran "descartables", ellos necesitan leer y como no ven, estos antojos los sacan del paso, entonces el vendedor tiene de varios aumentos y una revista, el cliente se los prueba y advierte con cual ve mejor y lo compra. En realidad esta cometiendo un error". Ahora bien, ese par de anteojos puede tener un aumento mayor al que necesita la persona y en ese caso se daña el cristalino, aparecen mareos y el ojo se acostumbra al lente y pierde gradualmente la visión, a veces de manera prematura. Los cristales de segunda mano, son de plástico y tienen rayones imperceptibles, que al igual que el caso de los de menor aumento del necesario, fuerzan al ojo a ver con dificultad y produce fatiga y perdida de la visión. La figura legal asignada a aquellos que venden lentes (de cualquier tipo sol o aumento), sea en la vía publica o en cualquier otro lugar que no sean ópticas matriculadas y autorizadas; es la estafadores. Si usted ve que alguien vende estos productos y pude llegar a estafarlo, la defensa del consumidor puede ayudarlo, confiscando la mercadería ilegal. Pero en el caso de los vendedores, es difícil lograr un apoyo legal ya que éstos no están inscriptos en ningún lado y son invisibles a la ley. Distinta es la situación para los locales habilitados que cumplen con la ley pero en cuestion de beneficios económicos salen perdiendo.

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